viernes, 20 de abril de 2007

Soneto XVIII: Perpetuum mobile

La amputación del sueño, los obscenos
peldaños que atestiguan las semanas,
la guarecida luz tras las persianas,
el chillido incansable de los frenos...

Mañanas de autobús, de asientos llenos
y un tiempo que se cuenta por manzanas;
de tráfico abrazado en caravanas
y encorbatados, grises nazarenos.

Con su Home Video System por bandera,
amo absoluto del control remoto;
de vuelta siempre al lodo en su trinchera
de callado ajedrez:
                             peón devoto,
peón hacia delante hasta que muera,
peón y esclavo con derecho a voto.

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