Sea la camarera una princesa,
sea este bar palacio o un castillo,
hechizo el humo de este cigarrillo,
y la sombrilla halcón, y el sol su presa.
Sea un baile esta calma sobremesa,
sea varita mágica el pitillo,
y pócima el café y su azucarillo,
y breve cuento de hadas nuestra mesa.
Y sea esta galleta la manzana,
y seas la princesa que la muerde,
y rompa el maleficio aquella rana,
que aunque te besa con su boca verde
y aunque croa anodina y con desgana,
yo soy príncipe azul que siempre pierde.
lunes, 2 de abril de 2007
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1 comentario:
Joé, Raulius, te salen como churros... pero esta me gusta en especial. No sé, será que de pequeña mi madre siempre me leía cuentos de príncipes y princesas :)
Un besote,Mar
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