El ansia en los relojes. Cierra el año
con su telón incinerado y ciego:
prisas en la cocina tras el fuego
y desatada guerra por el baño.
Brindar es tradición, sólo un peldaño
de inminencias en limbo; tosco y lego
proyecto:
travesías para luego,
después,
mañana,
nunca...
Verde engaño,
bruñendo en cada trago su remanso
y enhebrando un eterno laberinto,
granizándose en días. Sin descanso.
Verde engaño: olvidar el año extinto;
sed de otro calendario -docto, manso-;
y afán de que esta vez sea distinto.
sábado, 7 de abril de 2007
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