viernes, 8 de junio de 2007

Soneto XXXII: Epítome

Te describes con broches, alfileres
que pespuntan tu orgullo: delicada,
de buen gusto, sagaz, sofisticada
(como decís ser todas las mujeres);

hábil y apasionada en los placeres,
divertida, brillante, liberada,
sin machismos, sutil, espabilada,
segura, perspicaz... y no lo eres.

Eres voluble, injusta, un poco guarra
de sutileza tosca y resoluta,
te bulle la entrepierna ante el macarra;

eres artificial, y más que astuta
pendenciera, propensa a la gabarra,
y cuando te conviene un poco puta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaá, muy bueno!

Anónimo dijo...

Qué bueno, y qué cierto