sábado, 21 de julio de 2007

Soneto LII: Solicitud de hipoteca

“Mi hogar en la penumbra es torpemente;
chapoteo fugaz, desdibujado
en arterias sin sangre y sin legado,
enredado brozal arborescente.

“Mi cuerpo late a golpes de un relente
que hiela al respirar; mi rostro, prado
mustio y erial de un gesto en desagrado:
la bilis de un imbécil disidente.

“Llorar se ha vuelto puro anacronismo,
y es usted quien decide quién es cuerdo
porque la Pasta es hoy el catecismo.

“Como perro sin dientes ladro y muerdo:
ladro en la tierra, muerdo en el abismo
y necesito un préstamo. ¿De acuerdo?”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante, visto cómo está el patio